Vanja Surikov. Pinturas




Exposiciones

1983: Estudió en la Academia de Bellas  Artes Tallin (Estonia)
1989   fue elegido“Artista del Mundo? en la el congreso de primavera de vanguardia artística.
1993 – 1999:  Viaja a Alemania con una beca  la Academia de bellas Artes en Stuttgart.
1995: Exposición individual  "Wanja - Artista del mundo" Galería Hans-Jürgen Müller, Stuttgart.
1996: Wanja se convirtió en uno de los primeros artistas invitados a co-diseñar el proyecto cultural MARIPOSA en Tenerife. Desde entonces ha estado estrechamente asociado con el proyecto y sus fundadores.
2000: Exposición individual “Wanja” Hospitahof, Stuttgar.

2008: Exposición individual Museo del Iconos Frankfurt am Mein “ Wanja – mediador entre Culturas”.
2015: Exposición individual retrospectiva, Museo de Arte Contemporáneo (TEA)  Santa Cruz de Tenerife.

WANJA SURIKOF
Espacio Cultural Desván Blanco
Santa Cruz de Tenerife
septiembre de 2022

    El pintor de origen ruso Wanja Surikov (Moscú, 1965) fue merecedor de la mención "artista del mundo" en el Congreso Primaveral de la Vanguardia celebrado en Moscú en 1989. Desde entonces, investiga y amplifica el sentido de aquella condecoración que ha hecho suya incorporándola como lema a muchas de sus obras y tomándola como régimen de vida y nomenclatura que dé sentido a su trabajo artístico. Se trata de un importante punto de inflexión -y de reflexión- en su obra. que le ha servido de guía y de lema para una de sus más importantes exposiciones, la celebrada en Stuttgart en 1994, Artista del mundo, e igualmente, constituye uno de los ejes esenciales de la exposición que, en 2008, le dedicó el Museo de los Iconos de Frankfurt, Wanja, mediador de culturas; y, en fechas más recientes, en 2015, TEA Tenerife Espacio de las Artes. Esta nombradía es, para el pintor, un proyecto de vida; esto es, un manantial de inagotable secreto que sigue alimentando su pintura más reciente.
    En efecto, la pintura de de Wanja Surikov ha sido mostrada entre Moscú, Stuttgart y Tenerife en las últimas cuatro décadas, alimentándose de la tradición iconográfica ortodoxa rusa en la que el artista ha educado su concepción pictórica y a la que debe buena parte del cromatismo y la disposición de algunos de los motivos recurrentes en su obra, si bien ahora reinterpretados, modificados. El tratamiento de los iconos en su pintura resulta peculiar en tanto que asistimos a un movimiento de sístole y diástole, de lectura y reinterpretación de aquella tradición. Los iconos de su pintura realizan, en palabras de Pilar Blanco, "un doble recorrido" pues en primer lugar desacralizan los motivos tradicionales "al sustituir temas y figuras religiosas por temas y personajes laicos" y, tras este procedimiento vuelven a quedar desacralizados, pues su tratamiento  participa del mismo lenguaje espiritual y de unos códigos pictóticos semejantes a los referentes tradicionales de partida. Así pues, en esta pintura "la articulación del mensaje se realiza a partir de los patrones establecidos por la tradición en la pintura de iconos y se fundamenta en el poder de los símbolos". En cualquier caso, la pintura de Wanja Surikov ha desarrollado un discurso coherente y rico en imágenes simbólicas vinculado a una concepción idealista de la creación y del arte como disciplina de superación espiritual y, parafraseando un conocido un conocido ensayo filosófico, una educación estética del hombre. De ahí que, con frecuencia, sus pinturas representan la figura del pintor a la manera de un sacerdote ocupando la parte central del lienzo y armado con los atributos propios de su disciplina u oficio: el pincel, el lienzo y la llama del conocimiento. El tema central de su pintura es el Artista, y también el arte, escrito con mayúsculas, concebido como disciplina de creación y conocimiento, y como único medio de acceso a un orden de cosas en el que sólo la actitud creatova y la belleza salvan al individuo de su errancia en el mundo y le devuelven a un estado de gracia original en el que recobre la dignidad y sea completamente libre.
    Junto a la corona de la Liebre de la Paz, símbolo que que Wanja toma del artista Joseph Beuys, aparecen de forma recurrente en su obra las figuras de los personajes históricos, Jesucristo y Leni, paradigmas de la cultura popular rusa y, para el propio artista, referentes importantes en su trayectoria vital. Situados en sus pinturas a la izquierda y a la derecha de la figura del artista, representan lo divino y lo humano, el sacrificio y el trabajo, el amor y la libertad.
    La trayectoria pictórica de Wanja Surikov ha permanecido ligada al proyecto del Parque Cultural Mariposa fundado en 1984 por Hans Jürgen y Helga Müller en el municipio de Arona (Tenerife), espacio de Arte y Naturaleza escogido como escenografía recurrente en muchas de sus obras, y con el que ha compartido una misma filosofía de vida, hasta el punto de que Wanja Surikov es, de entre una larga lista de autores internacionales, el artista que cuenta con un mayor número de intervenciones pictóricas y escultóricas en los espacios abiertos de aquel entorno natural de confluencias artísticas.

Isidro Hernández Gutiérrez 
        Conservador TEA Tenerife Espacio de las Artes                   






















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